* A LA VIRGEN DE LOS DOLORES

Convento de San Francisco,
orgullo debe tener,
porque encierra en su capilla
a la virgen de los Dolores,
Reina y Madre de esta villa.

¿Quién sería el escultor
que te hizo tan bonita,
que te trajo a la Puebla,
y te dejó en el Convento
de San Francisco de esta Villa?

Con tu dolor, entre las flores
caminas tú, Madre mía,
Virgen de los Dolores,
Reina de Andalucía.

Cuando te encontré el viernes
en la plaza del Convento,
con tu hijo en el sepulcro
para salir por la Puebla,
viendo ya a Cristo muerto.

El Viernes Santo en la tarde,
Madre mía, con tu pena,
con tu angustia y tus dolores,
que caminas por la Puebla,
entre saetas y flores.

Eres el lucero del alba,
divina entre las flores,
eres Reina de los Cielos,
mi Virgen de los Dolores.

Perfumad bien el sendero,
nardos, claveles y rosas,
que va a pasar nuestra Madre,
la Virgen de los Dolores:
viene con pena y llorosa.

La Puebla, que te venera,
Madre mía de los Dolores;
eres morisca y Reina,
Reina entre las reinas,
bendita entre las flores.

Qué bonita está la Virgen,
la Virgen de los Dolores,
cuando camina en su paso,
todo llenito de flores.

Los pajarillos cantaban
y volaban entre las flores,
y se callaban en su canto,
por ver pasar a la Madre,
la Virgen de los Dolores.

Madre mía de los Dolores,
milagro después de tu pena:
se te hundió la capilla,
salvándote de la quema;
contentos, todos tus hermanos,
que, con amor, te veneran.

Madre y Reina de los Cielos,
Divina Estrella,
mi Virgen de los Dolores,
¿Por qué eres tú la más bella?