* A LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS

La luna brilla en el cielo,
el lucero en el alba,
el sol en el universo,
y tú, Virgen de las Lágrimas,
brillas en toda la Puebla,
cuando por sus calles pasas.

Madre mía de las Lagrimas,
llorando vas por la Puebla;
es tan grande tu dolor
cuando buscas a tu Hijo,
el Divino Redentor.

Madre mía de las Lágrimas,
qué bella y hermosa vas
cuando sales por la Puebla,
y paseas por sus calles
junto al apóstol San Juan.

No me llores, Madre mía,
que tu pena a mí me ahoga
cuando pasas por las calles
caminito del convento,
el viernes santo en la tarde.